Con la intención de retomar el proyecto de recoger nuestras anécdotas y que se conviertan en recuerdos, aprovecho para decir que he pedido reducción de jornada. Después de mucho meditarlo hemos pensado que lo mejor para nuestros cachorros es que pasen más tiempo con mamá. Así que mi nuevo horario será de 8 a 3.
Ayer cuando le pregunté a Daniela si quería que fuera a buscarla todos los días después de la siesta ( ahora solo lo hago si salimos de viaje, vamos al médico... ) me dio un fuerte abrazo y me dijo que sí, que así podríamos jugar más tiempo juntas e ir al parque todos los días. Casi me caígo de espaldas, con 3 años y medio y ya es capaz de sacar esas conclusiones en apenas unos segundos. A Manuel también le pregunté, pero el se limitó a decir un tierno "Ti".
Así que sus reacciones me terminaron de disipar todas las dudas que me quedaban.
Confío en que es una decisión acertada y que todos ganaremos con el cambio.
miércoles, 25 de marzo de 2009
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