La mona lironda se hace mayor

¿A qué parezco buena?

Se nos hace mayor, año y medio cumple hoy la princesita, aunque más que princesita es princesota como
dice su hermano Manuel.

La guinda final a nuestra familia se ha convertido  más bien en guindilla picante :)

Es un trasto, un trasto encantador, pero un trasto que ha venido a dejarnos un sabor de boca agotador de nuestra crianza, nada de llegar por sorpresa para pasar desapercibida.

Me dijeron que los cuartos se criaban solos ( también lo escuché con el tercero ), qué mentira más grande!!!!

Está en continuo movimiento, escalando por doquier, no se le puede quitar el ojo de encima porque pone continuamente su integridad física en peligro, no he visto ningún niño tan inconsciente como ella. María debe tener como mínimo dos ángeles de la guardia (afortunadamente), porque con uno no le basta.

Sabe más que los ratones coloraos, es lista como un demonio y muy graciosa. No pasa desapercibida a nadie, porque es muy divertido observarla, verla correr como un pollito de un lado a otro. Tiene locas a las profes, a las mamás del parque y por supuesto a sus hermanos y a sus padres.

Miguel parece que empieza a acusar un poco más los celos hacía ella y se le escapa algún que otro empujón y algún que otro abrazo más fuerte de lo debido, pero bueno, ella se defiende bien, no le hace falta nadie. Tiene a sus hermanos bien firmes. Daniela incluso le dijo el otro día muy sería: "María, es que no puede ser que tu quieras mandar más que nadie". El otro día me decía su profe, con sorpresa, que no se achicaba ni con los amigos que le sacaban una cabeza... a ver, si puede con su  hermana que tiene casi 9 años... ¿que no va a hacer con los niños de su clase?

Aún conserva olor a bebé y temiendo estoy cuando este desaparezca, porque lo voy a echar muuuuucho de menos. Ya nos queda poco de bebé :(

Agustita

Qué puede haber mejor a que venga tu hijo, se acurruque sobre ti, te abrace y te diga:
- "Eres muy agustita".
Me muero de amor.

Vaya solución nos da Miguel

Hoy hemos estado en un evento en el que había múltiples actividades para los niños: pintacaras, talleres, castillos hinchables... Los niños como locos, vamos aquí, vamos allí... pero como es habitual, había bastantes colas por todas partes, así que les he aclarado esperando que lo entendieran:
- Chicos, lo que no voy a hacer son colas, eh?
Y Miguel muy serio ha respondido:
- Pues nos colamos!!
A sus hermanos mayores les ha faltado tiempo para decirle: pero Miguel! no nos podemos colar! eso no se hace! Y estaban un poco alucinados con la propuesta de su hermano pequeño.
Y es que no puede ser más macarra, vamos. A los otros jamás de los jamases se les hubiera ocurrido colarse y no recuerdo ni que hayamos tenido una conversación sobre porque no hay que colarse. Saben que no se hace y punto.
Pero definitivamente, Miguelito está hecho de otra casta.