jueves, 26 de marzo de 2015

Modo desconexión


María se hacce mayor
Así me siento desde que María cumplió los dos añitos, en modo desconexión del mundo del bebé.

Fuera trona... y es que ya no había forma de que la utilizara, mucho mejor sentarse en la mesa con sus hermanos debía pensar ella, así que un trasto menos.

Fuera cuna... siempre he retirado la cuna cuando han aprendido a salirse solos de ella. Recuerdo a sus hermanos deslizándose cuidadosamente por la valla hasta que tocaban el suelo, sin mayores peligros. María se tiraba literalmente de cabeza, así que nos hemos tenido que dar más prisa si no queríamos encontrarnos con la "brecha 3.0".

Fuera pañal... Como contaba hace unos días, ante su insistencia por ir siempre desnuda no nos quedó más remedio que decirle adiós definitivamente.

Fuera biberones... No era ella muy de biberones, los mantenía más por mi comodidad que por otra cosa, pero ella prefería su yogurt después de cenar y su leche con galletas para desayunar, así que ha sido fácil.

Y por último... fuera chupete!! Esto si que me daba más miedo, porque ahí si que tenía un poco de vicio ( que poco me gusta esta palabra ). El sábado pasado, tal y como le veníamos avisando desde hace días, vino el perrito que se lleva los chupetes, el mismo que se llevó el chupete de todos sus hermanos, para dárselos a otros bebés que no tenían, pero eso sí, le ha dejado unos regalitos. Un bebé muy chiquitito para sustituir el chupete auxiliar que utilizaba en la mano y una Peppa Pig de peluche. Se puso muy contenta al ver los regalos y lo llevó fenomenal durante el fin de semana. Pero desde el lunes está ella un poco irascible, es como si le hubiera entrado el "mono". Le cuesta mucho conciliar el sueño y madruga más de lo normal. A veces pide "mi tete" con un poco de pena y toca recordarle que se lo llevó el perrito, pero se queda conforme. Esperemos que se le pase pronto.

Nos queda el carrito, aunque ya lo llevamos  más de adorno y de guardarropa y trastos que otra cosa, porque a ella le sobra ya muchísimo, no hay manera de convencerla para que se siente en el.

En fin, que con solo 27 meses, es muy mayor ya mi niña, que ella está encantada y yo también, la verdad. Ha llegado ese momento que predecía el padre de las criaturas cuando nos enteramos que venía de camino: no pasa nada, si total, es alargarlo todo un par de años me dijo.

domingo, 15 de marzo de 2015

Hoy contaba un gran amigo que había iniciado una nueva rutina con su hijo, iba a instaurar la visita semanal a la biblioteca y esto me ha hecho pensar. Me ha hecho pensar porque yo llevo años intentando hacerlo con mis niños y me ha hecho pensar en lo complicado que es hacer algunas cosas con tantos niños. Cuantas cosas dejamos de hacer por ese mismo motivo. Entre que son muchos, que son muy movidos, que nuestra logística es complicada, que tienen intereses diferentes por edades... todo se complica. Los mayores dejan de hacer cosas de mayores porque con los pequeños no podemos hacerlo y a los pequeños les pasa más de lo mismo.

viernes, 6 de marzo de 2015

¿¿Existe un mundo sin pañales??


Cuántas veces me habré hecho esa pregunta ¿Existe un mundo sin pañales? Yo ya empezaba a dudarlo.
Nueve años y medios son los que llevamos en nuestra bendita casa cambiando pañales y de manera ininterrumpida. Primero Daniela, que coincidió con Manuel durante seis meses. Manuel lo dejó dos meses antes de nacer Miguel ( aunque mantenía el de la noche ) y Miguel lo dejó un mes antes de nacer María ( manteniendo también el de la noche ). Así que sí, sin exageraciones, camino de 10 años cambiando pañales ( el cálculo económico mejor me lo voy a ahorrar, para no llevarme un mal rato).

Pero siiiii!! parece que un mundo sin pañales es posible!!!
El fin de semana pasado le dijimos "adiós" a los pañales y "hola" a las braguitas y María no puede estar más contenta y no puede habérnoslo puesto más fácil a sus padres y a sus profes.
Lo cierto es que me he resistido a dar el paso,me parecía demasiado pronto, pero ella lo tenía mucho más claro que yo, así que no me ha quedado más remedio que hacer lo que ella pedía, que como ella misma dice "es una tía grande!"

Aún nos queda el pañal de la noche, pero vamos, eso es peccata minuta visto lo visto. Una cosa menos.