Yogures de galleta

Anoche tuvimos una crisis con los yogures, 2 yogures de galleta, 1 de fresa y 3 niños que quieren yogur de galleta ¿que tendrán esos yogures?
Su padre lo soluciona, como otras veces, con un sorteo... esta vez tres papeles con Polín, Silvestre y Bug Bunny. Al que le salga Piolín le toca el de fresa, así de sencillo.
Las normas son siempre claras, todos las aceptan a priori, pero "el perdedor" siempre protesta. Unos más y otros menos... así que me vi pidiendo en bajito "por favor, por favor, que no le toque Piolín a Miguel" y alegrándome profundamente cuando le tocó Silvestre. No es que sea mi favorito, jeje, pero no siempre apetece enfrentarse a su baja tolerancia a la frustración, y ya a pocos minutos de verlos en la cama, apetece menos todavía.
Y todavía me preguntan, a veces, que porque los compro todos naturales con azúcar.

En brazos de mamá

Normalmente voy a buscar a los mayores cuando ya he recogido a María y siempre la llevo en la mochila, la mejor manera para llevar las manos libres.
Otras veces, como hoy, los recojo a ellos primero y es cuando Miguel, en cuanto me ve sin "bulto" me pide que lo lleve en brazos, cosa que yo hago encantada de la vida, porque su forma de acurrucarse, de besarme y de mirarme mientras me acaricia la cara bien merecen el esfuerzo.
Cuando ya no aguantaba más el peso de sus 18 kilos lo he bajado y me dice con su carita dulce:
Mami, ¿porque me bajas? si lo estabas haciendo muy bien!
Lo he vuelto a coger, por supuesto... a la porra el dolor de espalda!