miércoles, 30 de diciembre de 2015

Trastolilla 3.0

3 añitos

Tu llegada a nuestras vidas fue una sorpresa, un sorpresón diría yo. Aún hoy, cuando miro a nuestra familia desde fuera, me sorprende verte en ella. Nunca te imaginé, pero aquí estás, llenándonos de amor y locura a todos.

Tres años han pasado ya y recuerdo a la perfección el momento en el que naciste, en el que comprobamos que eras perfecta, en el que desaparecían todos los miedos para dar lugar solo a la alegría de tener un bebé en brazos... y qué bebé! qué bonita eras.

Éramos padres más que experimentados, pero allí estábamos los dos embobados y felices sin poder parar de mirarte. Disfrutándote desde el minuto uno.

Cumples con todos los estereotipos de hijo y hermano pequeño. Eres caprichosa porque sabes que tus hermanos te van a consentir todo y que tus padres pecamos, por poner las cosas más fáciles en el mogollón que supone una familia numerosa, de ser menos exigentes contigo. Aunque te toca competir con Miguel, que no está muy dispuesto a dejarte el camino libre fácilmente. Os "echáis carreras" a ver cual de los dos es más consentido.

El otro día me preguntaba Daniela que qué significaba "voy a comerme el mundo" y yo  le explicaba que iba a conseguir lo que que quisiera en esta vida. Tú, que estás "al loro" de todo, preguntabas a voces: y yooooo??? y yooooo??? y tus dos hermanos mayores, al unísono, dijeron: "Tú ya lo estás haciendo!!!" Y lo dijeron con retintín y resignación e incluso de enfado diría yo. Me parecieron dos modélicos hermanos mayores que tienen asumido que tienen la batalla perdida.

Ay, mi mariquilla! qué guerra das, qué intensa eres y como cuesta seguirte el ritmo... pero a la vez, qué  divertida eres, qué amorosa, qué zalamera, qué lista y espabilada... nos tienes a todos enamorados.

Muchas felicidades princesota. No cambies nunca, te queremos tal cual.

miércoles, 2 de diciembre de 2015

Preguntas mañaneras


Esta mañana hemos tenido la siguiente conversación en el coche cuando íbamos al cole:

Miguel: Mamá, ¿hoy se ha muerto alguien?
Mamá: Sí, cariño, seguro que se ha muerto alguien.
Miguel: Pero... ¿todos los días se muere alguien?
Mamá: Sí, todos los días. Hay mucha gente en el mundo y todos los días se mueren personas, al igual que todos los días nacen bebés.
Miguel: Pero... ¿también en verano?

Je, je, qué no le debe parecer a él buen momento para morirse... que el verano está para otras cosas!