María es muuuuy cansina pidiendo chicles. A todas horas los pide. De vez en cuando le doy alguno pero siempre con una condición, no se lo puede sacar de la boca. Primero, porque es una guarrería y segundo, porque termina pegado donde menos lo esperas.
El otro día íbamos en el coche y le dice Daniela a María:
- María, métete el chicle en la boca.
- María, no te doy ni un chicle más - le digo yo.
Y María, con un tono de bastante mala leche le dice a su hermana: Daniela, eres una chivata.
Macarra en estado puro.
Con lo dulce que parece |
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